Un boicot de Hamas impidió, ayer miércoles, la apertura de una sesión del parlamento palestino, una medida que el presidente Mahmud Abás puede usar como justificación para mantener vigente su gobierno de emergencia.
Abás, que lidera la facción moderada Fatah, disolvió un gobierno liderado por Hamas y creó una administración de emergencia después que el grupo islámico tomara la franja de Gaza a la fuerza el 14 de junio. Desde ese momento, ha gobernado con decretos.
La inauguración anual del parlamento, cuyo objetivo es elegir un nuevo Presidente, fue suspendida porque legisladores de Hamas dijeron que era ilegal. El arresto de decenas de diputados de Hamas por parte de Israel significa que el grupo ya no tiene la mayoría que obtuvo en las elecciones de 2006. Mientras la declaración del estado de emergencia por 30 días expira a finales de esta semana, Abás podría usar la sesión abortada como una justificación para extender la vigencia del gobierno, sin aprobación parlamentaria.