Alba Marina Escobar, hermana del más famoso narcotraficante de Colombia, lo dice sin tapujos: “Fui testigo y víctima. No cómplice”, y aseguró a EFE sin rubor que Pablo Escobar “era bueno”.
Alba Marina lanzó esta semana en Bogotá El otro Pablo, un libro en el que quiso que el país conociera “su verdad” y explica que “cuando las personas conocen la historia, aprenden a no repetirla, a no cometer los errores que se cometen”.
La hermana favorita de Escobar, el fallecido jefe del desarticulado cartel de la cocaína de Medellín, el hombre más buscado del mundo a finales de la década de los ochenta y comienzo de los noventa, considera, asimismo, que ella no le debe nada a la Justicia pese a que por algún tiempo tuvo que permanecer oculta.
“De Pablo Escobar se han dicho muchas mentiras, y la más grande es que era un monstruo”, señala Alba Marina, una pedagoga que hace muchos años fue profesora en Medellín.
“El Patrón”, líder del Cartel de Medellín, murió a los 44 años de edad el 2 de diciembre de 1993 en un operativo de la Policía en un barrio de Medellín.
“La mayor verdad sobre mi hermano es que era un hombre bueno, que quiso ser bueno y no lo dejaron ser bueno”, indica sin titubear.
Escobar insiste a EFE en que no siente “ningún temor” por lo que escribió.