La hija mayor del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi dio este miércoles la primera muestra pública de que puede estar considerando un futuro en política, mientras su padre se prepara para empezar una condena de servicios a la comunidad por fraude fiscal.
Berlusconi no tiene un sucesor político, lo que ha puesto presión sobre sus hijos para seguir sus pasos.
Marina Berlusconi, de 47 años y presidenta del holding Fininvest de su padre, dio muestras de dejar a un lado sus negativas anteriores a considerar un futuro en política en una entrevista en el diario Corriere della Sera.
“Tengo un gran respeto por la política, que sigo con gran atención, pero mi sitio está en la compañía”, dijo. “Habiendo dicho esto, nunca puedes descartar nada en la vida. Mañana, si se diera la política, ¿quién sabe?”, dijo.
Los medios italianos han especulado con que otra hija de Berlusconi, Barbara (29 años), tenía intención de entrar en política.
Berlusconi, condenado en 2013 por un programa de fraude fiscal en su imperio de televisión Mediaset, debe iniciar servicios de comunidad en una residencia de ancianos con Alzheimer el 9 de mayo, dijo ayer el director del centro.
Se le prohíbe ir a las oficinas del holding pero se le permite tomar parte en la campaña a las elecciones europeas, a realizarse entre el 22 y 25 de mayo.

