El envejecido telescopio espacial Hubble -un instrumento científico extraordinario cuyo registro de imágenes generó miles de seguidores en todo el mundo- morirá en órbita, de acuerdo al presupuesto para el 2006 que la NASA presentó ayer lunes.
El presupuesto de la agencia espacial de Estados Unidos se incrementará en 2.4 puntos porcentuales en relación con el 2005 u alcanzará los 16 mil 500 millones de dólares en el 2006.
Sin embargo, sólo 93 millones se destinarán a Hubble, de los que 75 millones de dólares servirán para bajar a la Tierra el observatorio, dijo el auditor de la NASA.
Pese a que el presupuesto de la NASA es sólo una pequeña porción de los 2 mil 500 billones de dólares que solicitó la Casa Blanca para todo el gobierno en el 2006, ese gasto será sometido a un profundo análisis en el Congreso y en las 15 naciones que son socios de Estados Unidos en la Estación Espacial Internacional.
"Hubble es una nave que está muriendo," dijo el auditor Steve Isakowitz en un adelanto de las cifras del presupuesto.
"Hemos decidido que los riesgos asociados a la reparación del Hubble en este momento no ameritan seguir adelante", agregó.
Isakowitz dijo que entre las principales prioridades de la NASA está la reanudación de los vuelos de los transbordadores, completar la construcción de la estación espacial internacional y el desarrollo de un nuevo vehículo para reemplazar al transbordador.
En cualquier caso, dijo, "no tenemos planes de realizar una misión de reparación al Hubble mediante el uso de un transbordador".
El destino de Hubble ha estado en duda desde enero del 2004, cuando el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció un plan ambicioso de exploración espacial humana, incluido un regreso a la Luna, y finalmente una misión humana a Marte.
Días después del anuncio, el jefe de la NASA Sean O’Keefe canceló una misión de un transbordador que tenía que reemplazar las agonizantes baterías del telescopio Hubble y estabilizar sus giróscopos.
Luego del accidente fatal del 1 de febrero del 2003 del transbordador Columbia, un viaje de un transbordador para reparar el Hubble era simplemente demasiado arriesgado, dijo O’Keefe.
Una protesta pública llevó a reconsiderar la idea y surgieron varios escenarios para prolongar la vida del telescopio, incluida una misión de reparación robótica, pero un panel de científicos expertos dijo que los astronautas harían un trabajo mejor.
Para el año pasado se había programado una misión de reparación rutinaria del Hubble, la quinta en la historia del telescopio, pero se tornó imposible ante la imposibilidad de que vuelen los transbordadores. Los expertos difieren en cuanto tiempo más podrá seguir operando el Hubble sin una reparación.
Los partidarios de Hubble señalaron que cada viaje de reparación previo ha prolongado la vida del telescopio y aumentó la capacidad para obtener material científico.
Probablemente debido a su popularidad, el Hubble se ha convertido en el favorito de algunos integrantes del Capitolio.
"Me encantaría poder salvar el telescopio," dijo la semana pasada el representante Sherwood Boehlert de Nueva York, quien preside el Comité de Ciencia de la Cámara Baja estadounidense.
Sin una reparación, y si no tienen éxito los esfuerzos por traer al telescopio Hubble de retorno a la Tierra, nadie sabe con certeza cuánto tiempo seguirá funcionando.
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