El huracán "Dennis" disminuyó su poder tras descargar ayer sus fuertes vientos y lluvias sobre cuatro estados del sureste de Estados Unidos, a donde tocó tierra tras desalojarse a casi millón y medio de personas.
El ojo del ciclón –el más potente que ha afectado el norte del golfo de México en la historia–, penetró en el litoral noroeste de Florida, cerca de Pensacola, con vientos de casi 200 Kph, informó el Centro Nacional de Huracanes de EU (CNH), con sede en Miami.
Poco antes de abandonarlas aguas cálidas del golfo de México, que alimentaron su poder, "Dennis" bajó la fuerza de sus vientos de 234 a apenas 200 Kph por hora, lo que le hizo pasar de ser un huracán de categoría cuatro en la escala de Saffir-Sipmson (de cinco grados) a uno de categoría tres.
Como pronosticaron los meteorólogos, el ciclón disminuyó aún más la velocidad de sus vientos al adentrarse en el continente y anoche se convertiría en tormenta tropical.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) dijo que el ciclón seguirá una trayectoria norte-noroeste en las próximas horas.
La gobernación de Florida anunció que están trabajando sus equipos de evaluación de daños. No se informó de víctimas en las primeras horas desde la llegada del ciclón.
Alrededor de un millón de residentes del área salió entre el viernes y el sábado, y los que resolvieron quedarse hicieron caso de la exhortación de Bush a permanecer dentro de sus casas porque ya era tarde para huir.
La región fue azotada hace 10 meses por "Iván", que causó 31 muertes y daños por 14 mil 200 millones de dólares.
Los poderosos vientos de "Dennis" levantaron olas de tres y cuatro metros de altura, que causaron erosiones inmensas en las playas del noroeste de la Florida.
El huracán causó 10 muertos a su paso por Cuba, según informes oficiales.
En las provincias de oriente de Granma y Santiago de Cuba fueron destruidas 20 mil viviendas.
En Haití, además de unos 10 muertos, las autoridades averiguan por el paradero de 30 desaparecidos. Siete de las muertes ocurrieron por el derrumbe de un puente.

