El huracán "Paul" comenzó a debilitarse desde lunes, pero aún conservaba su rumbo en dirección a las turísticas costas mexicanas de Baja California y aún amenazaba zonas de cultivo clave que apenas se recuperan del paso de la tormenta anterior.
"Paul", que disminuyó de categoría 2 a 1, se ubicaba ayer martes a 620 kilómetros al sur-suroeste de Cabo San Lucas y aumentó su velocidad a 11 kph, con vientos máximos sostenidos de 140 kph, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami.
Se espera que "Paul", que se formó el sábado por la tarde, gire gradualmente al norte y pase cerca del exclusivo balneario de Los Cabos, muy frecuentado por turistas extranjeros -sobre todo de Estados Unidos-.
Tras rozar Los Cabos, "Paul" enfilaría hacia tierra firme cruzando el Mar de Cortés para golpear en el estado de Sinaloa, cerca del balneario Mazatlán.
Los huracanes que entran por el Mar de Cortés, que está rodeado por tres flancos de tierra, suelen debilitarse antes de tocar tierra. "Está apacible ahora. Sin embargo, pues ser la calma antes de la tempestad", dijo Misha Dimirkow, un visitante oriundo de Baltimore que participaba de un torneo de pesca.
El Servicio Meteorológico Nacional mexicano dijo que se estableció una zona de alerta de huracán en el extremo sur de Baja California.
"(Los huéspedes) Están preguntando, pero se les está diciendo que por el momento no tenemos ningún buen aviso ya que el clima está muy imprevisible", dijo Patricia Salbaña, recepcionista del hotel Fiesta Americana Grand.
"Puede ser que cambie de dirección o puede ser que no. No podemos dar una falsa alarma a los huéspedes", dijo por su parte Omar Muro, portavoz del cercano hotel Intercontinental.