La violenta campaña del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) terminó, dijo ayer miércoles el primer ministro británico, Tony Blair, tras conocerse un informe de la Comisión Independiente de Supervisión de que "ya no es una amenaza para la seguridad".
De este modo, el órgano encargado de vigilar la actividad paramilitar valoró positivamente el compromiso que hizo el IRA el año pasado de acabar con décadas de violencia y esto podría permitir recuperar la autonomía de Irlanda del Norte.
"La campaña del IRA ha terminado", dijo Blair en un discurso televisado.
El conflicto en Irlanda del Norte entre los católicos nacionalistas irlandeses y los protestantes probritánicos ha durado 30 años, en los que han muerto 3 mil 600 personas.
El Acuerdo de Viernes Santo de 1998 le puso fin en gran medida y estableció un parlamento local para acabar con el gobierno directo británico.
Durante algunos años, católicos y protestantes compartieron el poder, pero en 2002 su funcionamiento se paralizó y la situación no ha cambiado desde entonces.
"No creemos que el IRA esté involucrado en terrorismo", declaró la Comisión Independiente de Supervisión (CIS) en uno de sus informes semestrales sobre actividad paramilitar, publicado una semana antes de las conversaciones para reanudar el gobierno autónomo en Irlanda del Norte.
El organismo dio una visión positiva del compromiso que hizo el IRA el año pasado de acabar con décadas de violencia.
