Vishnu Prakash, portavoz del Ministerio indio de Exteriores, descartó ayer domingo versiones según las cuales el Gobierno está planteándose la ruptura del diálogo con Pakistán y del alto el fuego que rige en la frontera cachemir.
La India ha acusado al grupo cachemir con base en Pakistán, Lashkar-e-Toiba, del ataque terrorista contra la ciudad de Mumbai, que segó 183 vidas e hirió a más de 300 personas.
La cadena delhí NDTV aseguró ayer que el Gobierno indio estudia la posibilidad de suspender el diálogo abierto con Pakistán en 2004, así como el alto el fuego que rige en la frontera cachemir desde 2003.
Posteriormente, la misma cadena citó fuentes oficiales que matizaron que la India acusa del atentado a “elementos” que provienen de Pakistán y no a su gobierno.
El atentado contra la capital financiera india ha generado nuevas tensiones entre India y Pakistán, dos Estados nucleares que se han enfrentado en tres guerras desde su independencia y partición en 1947, dos de ellas por Cachemira.
Las autoridades de Pakistán han dejado claro su malestar por las acusaciones .
LA VIDA CONTINÚA
Mumbai, bella ciudad portuaria y centro de negocios de la India, trata de volver a la normalidad tras la masacre terrorista que se inició la noche del pasado miércoles y que ya ha costado el cargo al ministro del Interior Shivraj Patil.
Los comercios de la turística zona situada en torno al lujoso hotel Taj, uno de los epicentros del atentado, empezaban hoy a abrir sus puertas, aunque la afluencia era menor de la habitual.
Incluso en el bar Leopold, otro de los recintos atacados, su dueño se atrevió a levantar las persianas unos momentos por la mañana.
“Teníamos que abrirlo a toda costa. Tenemos que enseñar [a los terroristas] que hemos ganado nosotros y no ellos”, dijo el propietario del café, Farzad Jehani, según la agencia PTI.
“Estamos indignados pero no asustados”, declaró sobre los atentados el presidente de Tata, Ratan Tata, propietario del Taj.
Por otra parte, Kamal Punjabi, dueño de un pequeño establecimiento, comentó: “La gente está enfadada y asustada. Es el ataque más terrible que ha sufrido esta ciudad”.

