Las autoridades colombianas están investigando el comportamiento de los jefes paramilitares que están encar- celados para establecer si siguen cometiendo delitos, afirmó ayer el ministro del Interior y Justicia, Carlos Holguín.
El funcionario señaló que el seguimiento se realiza a varios ex integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que están en un centro especial de reclusión del municipio de Itagüí (noroeste), pero especialmente a Rodrigo Tovar Pupo, más conocido como "Jorge 40".
"Él en este momento está en Itagüí, está postulado a la ley de Justicia y Paz y entiendo que sigue rindiendo versión (indagatoria) ante la Fiscalía, pero mantenemos un seguimiento especial para que cumpla con sus compromisos", dijo Holguín.
"Jorge 40" es uno de los principales jefes de esos grupos de ultraderecha, que entre 2003 y 2006, en medio de negociaciones con el Gobierno, desmovilizaron a cerca de 32 mil hombres.
A finales del año pasado comenzó un escándalo que luego se convirtió en un proceso judicial bautizado por la prensa como la "parapolítica" por los supuestos nexos de varios políticos con los grupos paramilitares. Quince congresistas, la mayoría del oficialismo, están presos por este motivo.
El proceso se originó a raíz de la incautación de una computadora perteneciente a "Jorge 40", cuyos archivos dieron pistas a la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General sobre dichos vínculos.
La noticia sobre el seguimiento especial a "Jorge 40" se conoce después de que el pasado 12 de septiembre elGobierno expulsara a Carlos Mario Jiménez, alias "Macaco", del proceso de desmovilizaciones.
"Macaco" se había acogido a la ley de Justicia y Paz, el marco legal que ha permitido la desmovilización de los paramilitares y que, entre otras cosas, contempla penas de entre cuatro y ochos años de prisión para los ultraderechistas, consideradas como una especie de "impunidad" por organizaciones defensoras de los derechos humanos.
El jefe paramilitar perdió los beneficios de ese marco jurídico y fue trasladado a un buque de la Armada que navega en el mar Caribe, tras comprobar el Gobierno que desde la cárcel de Itagüí seguía dedicado al narcotráfico.
Otro jefe paramilitar trasladado junto con "Macaco" ese mismo día fue Diego Murillo, alias "Don Berna", quien no fue expulsado del proceso de desmovilización, pero fue recluido en una cárcel de máxima seguridad del central departamento de Boyacá.
La ex congresista colombiana Eleonora Pineda, detenida por su presunta implicación en el escándalo de la "parapolítica", o nexos de políticos con las ahora disueltas fuerzas paramilitares AUC, admitió hoy en Bogotá el cargo que se le imputa.
Pineda leyó un manifiesto en la sede central de la Fiscalía General, adonde acudió para una diligencia relacionada con la causa que afronta por concierto para delinquir.
"Hoy acepto el cargo que se me imputa y acepto la sentencia anticipada (proceso abreviado por confesión) que se imponga, como un acto de fe en mis propias convicciones políticas", dijo Pineda, quien ocupó de 2002 a 2006 un escaño en la Cámara de Representantes.

