El narcotraficante Benjamín Arellano Félix, líder del cartel de Tijuana, involucró al ex presidente de México Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), en las indagaciones sobre el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
Según el estudio criminológico que se le practicó a Arellano tras ser detenido el 9 de marzo pasado y que reprodujo este sábado el diario Reforma, éste aseguró que Salinas de Gortari le prometió inmunidad para entrevistarse con el Nuncio apostólico Girólamo Prigione después del asesinato.
El objetivo era asegurar a El Vaticano que el cartel de Tijuana no era responsable del homicidio, que según la versión oficial se produjo por una confusión en un tiroteo entre sicarios rivales y que, de acuerdo con sectores de la Iglesia, fue un complot.
El cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo fue asesinado en 1993 en el aeropuerto de Guadalajara, en un caso cuya reapertura fue confirmada el viernes por las autoridades mexicanas.
Según el informe, Salinas de Gortari les habría prometido a Benjamín Arellano Félix y a su hermano Ramón, muerto en un tiroteo en febrero pasado, inmunidad durante la entrevista con el representante de la Santa Sede en México.
El estudio criminológico practicado a Arellano coincide con la versión del ex fiscal general Jorge Carpizo.
