Islandia ha elegido a 25 ciudadanos sin filiación política para constituir un parlamento popular que deberá redactar una nueva Constitución para este país.
El Parlamento Constitucional incluye a abogados, matemáticos, periodistas, estudiantes, granjeros, empresarios y sindicalistas, elegidos de entre 500 candidatos, según la lista final.
En los comicios, celebrados el pasado sábado, participó el 37% de la población islandesa, el registro más bajo en la historia de unas elecciones en esta isla que cuenta con una población de unos 320 mil habitantes.
La idea de reformar la Carta Magna surgió tras el estallido de la crisis financiera que colocó a Islandia al borde del colapso en octubre de 2008 y que obligó al país a pedir ayuda económica internacional y pedir el ingreso en la Unión Europea.
La Constitución islandesa es una adaptación de la de Dinamarca, país del que se independizó en 1944, y nunca ha sido revisada en su conjunto, aunque sí se han introducido modificaciones.