Los partidos de izquierda podrían pagar un alto costo político por presentarse divididos a las elecciones generales del próximo 9 de septiembre en Guatemala, advirtió hoy el Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep).
En un análisis sobre "tendencias electorales y entorno empresarial de presidenciables", presentado ayer a la prensa, el Incep explica que la división de la izquierda podría resultar en un alto costo político.
Si los partidos no logran conseguir el 5% mínimo de los votos válidos requeridos por la Ley Electoral y de Partidos Políticos, desaparecerán de la arena política, asegura.
No obstante, menciona que si alguno de los colectivos de izquierda consigue al menos un escaño en el Congreso se mantendrá vivo, aunque no logre los votos mínimos.
A criterio del Incep, la presencia de Encuentro por Guatemala (EG), que impulsa la candidatura de la Premio Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú, a la presidencia, le restará los votos necesarios a la izquierda para mantener una regular presencia en el Parlamento.
Según el análisis, solo un 10.9% de los potenciales votantes está dispuesto a apoyar a un candidato a la presidencia de la izquierda en las elecciones generales de septiembre, mientras que el 53.4% se inclina por uno del centro y el 22.8% por uno de ideología de la derecha.
En ese sentido, Incep anota que dividido ese porcentaje entre las tres opciones de izquierda que se presentarán a los comicios, no lograrán tener ningún impacto político ni a corto ni a mediano plazo.
Además de EG, la izquierda presenta a Pablo Monsanto, de Alianza Nueva Nación (ANN) como candidato a la presidencia, mientras que la ex guerrilla de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), a Miguel Ángel Sandoval.
A excepción de Menchú, que en la última encuesta de opinión obtuvo el 6.2 %, los otros dos ni siquiera aparecen, es decir que están por debajo del 0.2% de la intención de voto.
Sin embargo, el Incep advierte que si la Nobel de la Paz no logra consolidar su estrategia, corre el peligro de ser alcanzada por los candidatos que le siguen en la intención de voto.
Mientras la izquierda no se una, será "difícil" que se mantenga en la arena política, sostiene la institución, y les sugiere la creación de comisiones para que identifiquen las debilidades y sus fortalezas y construyan una ruta que aborde las estrategias sociales, económicas y políticas.
El diputado izquierdista Alfredo de León calificó de "positivo" el estudio del Incep, pero acotó que el "transfugismo" (políticos que se cambian de partido) se ha convertido en un "mercado vulgar" en Guatemala.
