La Audiencia Provincial de Hannover (oeste de Alemania) inició ayer martes un proceso contra Mechthild Bach, una doctora de 59 años, acusada de provocar la muerte de 13 enfermos mediante la administración de morfina y valium.
La doctora negó los cargos y sostuvo que el tratamiento con tranquilizantes estaba “médicamente indicado” en todos los casos presentados por la Fiscalía.
“En ninguno de los 13 casos acorté la vida de los pacientes con morfina”, sostuvo la facultativa.
Las investigaciones policiales comenzaron en 2003 después de que una mutua de la sanidad pública detectara un elevado uso de morfina en la clínica de Langenhagen en la que trabajaba la doctora.
La Fiscalía analizó los casos de 87 pacientes e incluso exhumó y practicó autopsias a algunos de los fallecidos.
A la mujer se le acusa de provocar la muerte de 13 personas, de edades comprendidas entre los 52 y los 96 años, entre 2001 y 2003.
La Fiscalía sostiene que no todos los casos correspondieron a enfermos terminales, como afirma la defensa, y argumenta que uno de los fallecidos fue un hombre que sólo presentaba síntomas como tos, deshidratación y debilidad general.
Al paciente se le administró morfina y murió poco después, según la acusación.
