El Gobierno japonés lamentó la ejecución este viernes de tres ciudadanos japoneses en China por tráfico de drogas, que se suman, tres días después, a la de otro ciudadano nipón por un delito similar, informó la agencia japonesa Kyodo.
El primer ministro nipón, Yukio Hatoyama, dijo que “es lamentable que cuatro japoneses hayan sido ejecutados en China”, pero añadió que las ejecuciones fueron llevadas a cabo por un Gobierno con “diferentes ideas sobre el sistema de justicia” y que entiende estas diferencias, informó Kyodo.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores nipón, Katsuya Okada, sugirió en una rueda de prensa que el Gobierno nipón se abstendrá de presentar una protesta formal a través de canales diplomáticos a Beijing y dijo que el asunto se debe manejar con calma. Las tres ejecuciones del viernes fueron anunciadas previamente, al igual que la del ciudadano nipón que fue ejecutado este martes, el primero que era ajusticiado en China desde que ambos países normalizaron relaciones diplomáticas en 1972.
Teruo Takeda y Katsuo Mori, ambos de 67 años, junto a Hironori Ukai, de 48, fueron ejecutados la mañana del viernes en la provincia nororiental china de Liaoning por delitos de tráfico de drogas, tras reunirse con sus familiares el día anterior.
Tres días antes, Mitsunobu Akano, de 65 años, fue ejecutado por otro delito de tráfico de estupefacientes en la misma provincia.
No obstante, la Federación de Asociaciones de Abogados de Japón lamentó en un comunicado la falta de acción del Gobierno nipón en estos cuatro casos.
“Es extremadamente lamentable que se hayan perdido preciadas vidas sin que el Gobierno japonés haya demandado explícitamente que se proteja el derecho a la vida", dijo en un comunicado esa asociación progresista.
El máximo castigo legal que en Japón corresponde al tráfico de drogas es la cadena perpetua y no la pena de muerte, como en China.
