El jefe de los “lefebvrianos” en el noreste de Italia, el sacerdote Floriano Abrahamowicz, ha desafiado a la exigencia de la Santa Sede de que reconozcan el Vaticano II al afirmar que ese concilio “es una herejía, una cloaca”.
“El Concilio Vaticano II ha sido peor que una herejía, ya que significa tomar una parte de la verdad, hacerla absoluta y negar el resto. En ese contexto digo que fue una cloaca, la máxima”, afirmó el sacerdote tradicionalista en declaraciones al canal de televisión Canale Italia.
Dos días después de que el Vaticano endureciera su postura con los “lefebvrianos” y les exigiera para readmitirlos que acepten el concilio y que el obispo que ha negado el Holocausto se retracte públicamente, las declaraciones de Abrahamowicz son vistas por observadores vaticanos como un “desafío abierto” de los tradicionalistas al Papa.
Estas declaraciones se han conocido a la misma vez que, según publicó el jueves el semanario alemán Kolner Stadt Anzeiger, el superior de la Fraternidad San Pío X, Bernard Fellay, uno de los cuatro obispos a los que el Papa levantó la excomunión, tiene previsto ordenar nuevos sacerdotes.
Fellay, según el medio alemán citado por los italianos, habría ya ordenado varios diáconos. Aunque Fellay ya no está excomulgado, el Vaticano precisó hace dos días que tanto él como los otros tres prelados ordenados en 1988 por el cismático arzobispo Marcel Lefebvre, que causó un cisma en la Iglesia, siguen estando suspendidos “a divinis” (no pueden celebrar misa ni administrar los sacramentos ni predicar).
Según los observadores vaticanos, las nuevas manifestaciones de Abrahamowicz, unidas al hecho de que el obispo Richard Williamson -que negó el Holocausto- aún no se haya retractado públicamente como le exigió el Papa y las eventuales nuevas ordenaciones suponen un “fuerte obstáculo” en el camino para el regreso de los “lefebvrianos” al redil.
