Una orden judicial en Egipto que permite a los coptos divorciados casarse por segunda vez en el templo, ha despertado la ira de esa Iglesia ortodoxa, que insistió ayer, domingo, en su decisión de prohibir las segundas nupcias.
“No podemos respetar el juicio del tribunal porque así violamos las enseñanzas de la Biblia, algo que nunca haremos”, afirmó el domingo en una rueda de prensa el portavoz de la Iglesia copta, obispo Marcos, reafirmando su decisión de no casar a los divorciados.
La polémica entre la justicia y la Iglesia empezó el pasado 29 de mayo, cuando el Tribunal Administrativo Supremo rechazó una denuncia del papa copto Shenuda III recurriendo ante una sentencia que le obligaba a permitir el segundo matrimonio a los divorciados. La conservadora Iglesia copta, a la que pertenece la mayoría de los casi 10 millones de cristianos egipcios, no permite el divorcio a sus fieles, a excepción de los casos de adulterio y después de un largo y complicado proceso.
En cuanto a las segundas nupcias, necesariamente tienen que pasar por la Iglesia, ya que el matrimonio civil no es ni común ni reconocido. “Si una persona casada comete adulterio, puede arrepentirse y la Iglesia le perdona, pero no le quita el castigo, que implica estar divorciado, pero sin poder casarse de nuevo”, insistió Marcos al recordar la postura que siempre ha mantenido su institución.
La decisión judicial, que ha puesto a la Iglesia copta en alerta, puede afectar a 20 mil cristianos cuyo divorcio ha sido aprobado por los tribunales.
