El secuestro del ex secretario de Estado alemán Jürgen Chrobog y su familia en Yemén tuvo un desenlace afortunado al ser liberados, tras cuatro días de cautiverio e intensas negociaciones.
Todo parece indicar que Chrobog cayó por casualidad en manos de sus captores, que desconocían su identidad y lo secuestraron como hubieran podido secuestrar a cualquier otro turista.
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, al confirmar la liberación de Chrobog y su familia, dijo que el secuestro no había tenido ninguna motivación terrorista.
Steinmeier dijo que Chrobog y su familia habían sido bien tratados durante el secuestro y que se encuentran en buenas condiciones de salud.
Los secuestradores, según la embajada de Yemén en Berlín, han sido detenidos y serán puestos a disposición de los tribunales.
En el caso de Chrobog y su familia, los secuestradores, miembros de la tribu de Abdalá, exigían inicialmente que se pusiera en libertad a cinco de sus miembros involucrados en un ajuste de cuentas con la tribu vecina.
Chrobog, su esposa Magda y sus tres hijos adultos cayeron en manos de sus captores el 28 de diciembre cuando se encontraban en un restaurante situado en la carretera entre Aden y Schabwa, ciudad situada unos 450 kilómetros al este de Sanaa, la capital del país.
El 29 de diciembre hubo una primera ronda de negociaciones con los secuestradores y durante unas horas la liberación de los rehenes se creyó inminente. Sin embargo, tras el fracaso de las primeras negociaciones, la zona donde se encontraban los secuestrados fue sitiada por el ejército, lo que provocó momentos de crisis durante el 30 de diciembre.

