El líder del ilegalizado Partido Batasuna, Arnaldo Otegi, salió ayer viernes en libertad bajo fianza de la cárcel de máxima seguridad de Soto Real, a donde lo había enviado un juez bajo sospecha de tener conexiones con el grupo separatista vasco, ETA.
Otegi dijo que los dos días que había pasado en la cárcel no afectarían su compromiso con el Partido Batasuna para hallar una solución al prolongado conflicto por lograr un País Vasco independiente.
"Ni la posición del Ministerio Fiscal, como de la Audiencia Nacional, con respecto a mi persona y ni mi propio encarcelamiento van a alterar en nada la apuesta por la paz, por la democracia y por la solución del conflicto que plantea la izquierda", dijo Otegi a periodistas a su salida de la prisión. Otegi fue puesto en libertad tras pagar una fianza de 502 mil 800 dólares, mitad en efectivo y mitad en garantías bancarias, según una fuente de la Audiencia Nacional.
Otegi, cuyo partido ha sido ilegalizado como el ala política de ETA, fue encarcelado el jueves mientras se realizaban más investigaciones con respecto a acusaciones de que pertenece a ETA.
El juez que envió a Otegi a la cárcel dijo que probablemente ocupó una de las posiciones de liderazgo en la red separatista vasca.
Otros miembros del ilegalizado Batasuna han criticado su encarcelamiento y han dicho que constituye un golpe a las esperanzas de lograr la paz. Asimismo, expresaron que esto desacreditaba al gobierno español y su reciente ofrecimiento de conversaciones de paz con ETA, cuyos ataques han matado a 850 personas en las cuatro décadas de conflicto.
Otegi, quien con anterioridad pasó cuatro años en la cárcel por un secuestro realizado por ETA, fue citado a comparecer ante el tribunal tras haber perdido su inmunidad como miembro del parlamento vasco.
Su encarcelamiento se produjo menos de dos semanas después de que el gobierno ofreciera conversaciones de paz con ETA si se desarmaba.
