La justicia francesa inició ayer el juicio contra Michel Fourniret, conocido como el "ogro de las Ardenas", sospechoso de ser uno de los mayores asesinos en serie de Francia, y su esposa Monique Olivier, presunta cómplice.
El Tribunal de lo Criminal de Charleville-Mézires, en el noreste de Francia, les juzgará por siete crímenes de jóvenes entre 12 y 22 años, cometidos entre 1987 y 2003, aunque las policías francesa y belga sospechan de que pudieron estar implicados en otros asesinatos.
Fourniret, de 66 años, y su esposa, de 59, comparecieron en la primera jornada de la vista oral, pero el presunto asesino en serie se negó a contestar a las preguntas, arguyó que el juicio no era a puerta cerrada y se limitó a entregar un escrito al presidente de la sala.
Su esposa, acusada de uno de los asesinatos y de complicidad, se ha mostrado más cooperadora.
Este es el primer juicio contra Fourniret y su esposa, que fueron detenidos en Bélgica en 2003, aunque además de los siete asesinatos por los que se les juzga, se sospecha que pudieron cometer alguno más.
En Francia, acaban de ser procesados por otros dos crímenes, y Bélgica ha reabierto la investigación sobre la muerte de una niña en 2003 al considerar que Fourniret, bautizado como el "ogro de las Ardenas", podría estar implicado.
La brutalidad de las acciones por las que se les acusa y el enigma que rodea a los sospechosos, su mentalidad y sus motivaciones, aseguran al juicio una gran expectación mediática.
El caso Fourniret saltó a la luz pública cuando en 2003 la policía belga detuvo al sospechoso después de que escapara una joven que mantenía secuestrada.
Desde entonces, agentes belgas y franceses han tratado de reconstruir el presunto recorrido criminal del hombre que, a lo largo de la instrucción, confesó asesinatos y llevó a los investigadores a lugares donde estaban enterradas algunas de las víctimas. Todavía siguen las investigaciones.

