Una lluvia gélida llevó ayer, domingo, al cierre del mayor aeropuerto de Moscú durante casi 15 horas, cubrió los caminos con una capa de hielo y dejó a más de 200 mil personas y 14 hospitales sin electricidad en pleno invierno.
La lluvia gélida cayó sobre la ciudad el sábado en la noche.
Trabajadores intentaban restablecer la electricidad luego que un hielo pesado rompió algunos tendidos eléctricos, dijo el ministerio de Emergencia de Rusia.
El principal aeropuerto de Moscú, el Domodedovo, fue cerrado ayer, domingo, por la mañana, debido a una interrupción del suministro eléctrico.
Las autoridades prohibieron los despegues y aterrizajes durante unas 15 horas hasta que se permitió la salida de una decena de vuelos internos.
La electricidad no se había restablecido por completo. Los dos otros aeropuertos más grandes de Moscú, el Sheremetyevo y el Vnukovo, estaban operando, pero con retrasos.
Los conductores en Moscú encontraron el domingo sus automóviles con cerca de 2.5 centímetros de nieve.
Líneas eléctricas en toda la región, cargadas de hielo, se reventaban al toque de las ramas de los árboles, lo que causó interrupciones en el transporte público y trenes suburbanos.
A diferencia del resto de Europa, Moscú no registró la semana pasada demoras de vuelos ni accidentes viales de importancia debido a las malas condiciones del clima.
El funcionario de Salud de más alto rango de Moscú exhortó a los residentes a no arriesgarse a caminar en las resbalosas calles de la ciudad y evitar salir al exterior.
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