La Love Parade, la tradicional fiesta y marcha de música tecno en Alemania, que por primera vez se celebró en la ciudad de Duisburgo, vivió ayer una jornada de luto al morir 18 personas pisoteadas y asfixiadas en una estampida.
La tragedia se produjo en un túnel de acceso al lugar en el que se desarrollaba la fiesta principal del evento. A pesar de la tragedia, los organizadores decidieron continuar la fiesta para evitar una reacción de pánico que pudiera empeorar la situación.
Entre las víctimas había nueve mujeres y seis hombres, indicó la policía. Las cifras de heridos y atendidos por los socorristas varían entre 80 y 150 personas.
La jefa de Gobierno, Angela Merkel, y los principales políticos del país expresaron sus condolencias a los familiares y allegados. El presidente, Christian Wulff, exigió una investigación. “Estos jóvenes habían llegado para festejar, y en cambio hay muertos y heridos. Estoy horrorizada y triste ante la pena y el dolor”, declaró Merkel ayer en la noche en Berlín a través de su portavoz.
“En estas horas difíciles mis pensamientos están con los familiares de las víctimas”, añadió la canciller.
Según estimaciones de organizadores y medios, la fiesta en la ciudad en el oeste de Alemania atrajo a entre un millón y 1.5 millón de personas. El escenario principal, un amplio descampado utilizado anteriormente como estación de trenes de carga, había sido delimitado por un vallado metálico para que no sobrepasara el medio millón de asistentes.
El único acceso al lugar era el túnel en el que se produjo la avalancha. “El túnel fue una verdadera trampa, por todos lados yacían cadáveres”, dijo un testigo.

