La Suprema Corte declaró, el lunes, constitucional una norma que da la posibilidad de que los matrimonios homosexuales en la ciudad de México adopten hijos, entre el enojo de la Iglesia y advertencias de abogados católicos de que promoverán un juicio político contra los ministros del máximo tribunal.
Con nueve votos a favor y dos en contra, el pleno de la corte consideró que la adopción por parejas del mismo sexo no viola la Constitución, como argumentó el Gobierno federal al impugnar reformas del código civil capitalino para permitir las bodas de parejas del mismo sexo.
La mayoría de los ministros de la Suprema Corte consideró que sería discriminatorio declarar inconstitucional la posibilidad de que los matrimonios homosexuales puedan adoptar.
También rechazaron que haya evidencias de que un niño se vería afectado porque una pareja homosexual lo adopte, como lo señaló la Procuraduría General de la República en la impugnación que hizo a nombre del Gobierno federal.
La consejera jurídica local Leticia Bonifaz elogió la decisión y refirió que de los 339 matrimonios gais que se han realizado desde marzo, cuando entraron en vigor las reformas, ninguno había solicitado hasta ahora la adopción de un hijo.
Durante la sesión de la corte, el ministro Arturo Saldívar expuso que considerar afectaciones a los menores adoptados sería partir de un “prejuicio”, y advirtió de que “no existe evidencia confiable de que la orientación sexual afecte por sí mismo” un comportamiento.
“El tipo de padres no determina la orientación sexual(...) [eso] implicaría un argumento discriminatorio”, dijo Saldívar, quien añadió que la mayoría de los homosexuales se crió en familias heterosexuales.

