NAIROBI, Kenia (Servicios internacionales). Al menos 200 personas murieron en una matanza registrada esta semana en la ciudad de Kisangani, en el este de República Democrática de Congo (RDC), informaron ayer domingo en esta capital portavoces de agencias humanitarias presentes en la región.
Según las fuentes, la masacre fue perpetrada por milicianos del grupo rebelde que controla la ciudad, el pro-ruandés Reagrupamiento Congoleño para la Democracia (RCD), en represalia por un motín popular en su contra registrado en el núcleo urbano.
De acuerdo con cooperantes que trabajan en el área, cuyo testimonio fue recogido por radios locales, los cuerpos de las víctimas, muchas de ellas decapitadas, fueron enterrados en fosas comunes cavadas cerca del aeropuerto de la localidad, o arrojados a las corrientes de dos afluentes del cercano río Congo.
Las fuentes apuntaron que entre los asesinados posiblemente figuren los 50 policías congoleños que estaban siendo instruidos por la ONU y que se encontraban en paradero desconocido desde el motín, motivado por el rechazo que causan en la población local las tropas ruandesas que apoyan a los rebeldes del Reagrupamiento Congoleño para la Democracia.
Los amotinados, pertenecientes a un sector disidente del RCD, comenzaron por hacerse con el control, el pasado día 14 de mayo, de una emisora de radio, desde la que después lanzaron un llamamiento a la población civil para que movilizara a fin de expulsar a los invasores ruandeses.
