Sergio Mattarella, juez del Tribunal Constitucional y varias veces ministro, de 73 años, fue elegido ayer presidente de la República italiana en la cuarta votación en el Parlamento.
“Mi pensamiento va, sobre todo, a las dificultades y esperanzas de nuestros compatriotas”, fueron sus primeras palabras tras conocer que recibió 665 votos, 160 más de la mayoría absoluta de 505 que necesitaba para ser elegido.
El jurista exdemocristiano Sergio Mattarella, la figura por la que apostó el primer ministro, Matteo Renzi, es el nuevo presidente de Italia tras haber superado la mayoría absoluta de 505 votos en el Parlamento.
Mattarella fue elegido en la cuarta votación del Parlamento reunido en sesión conjunta por un total de mil 9 electores entre diputados, senadores, representantes de regiones y senadores vitalicios.
El décimo segundo presidente de Italia jurará su cargo y pronunciará un discurso ante el Parlamento en su sesión conjunta el próximo martes.
Su elección estaba prevista, ya que, según los cálculos, superaría ampliamente los 505 votos requeridos, e incluso algunos parlamentarios llegaron al hemiciclo con sus maletas para poder comenzar lo antes posible su fin de semana.
Cuando la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, leyó la papeleta con el nombre de Mattarella, apoyado por más de 505 votos, se escuchó una ovación que duró varios minutos. Al final del recuento, obtuvo 665 votos, entre ellos los de todos los parlamentarios del Partido Demócrata, del aliado en el gobierno, el Nuevo Centro Derecha, de los partidos centristas y de Izquierda, Ecología y Libertad.
El candidato propuesto por el Movimiento 5 Estrellas, liderado por el cómico Beppe Grillo, el magistrado Ferdinando Imposimato, se quedó en 127 votos y hubo 105 papeletas en blanco correspondientes a los miembros de Forza Italia, de Silvio Berlusconi, que habían anunciado su disenso.
Otro de los ganadores de la jornada es el primer ministro, Matteo Renzi. Como explica el semanario Panorama en su edición digital, la decisión de Renzi de presentar como candidato a Mattarella unilateralmente y por sorpresa ha sido “una obra maestra” de la táctica política.
