El presidente ruso Dmitry Medvedev realizó ese lunes su primera visita a Osetia del Sur, una región de Georgia que Moscú ha reconocido como independiente después de una breve guerra el año pasado.
Medvedev llegó a Tsinkhvali, capital de la región, y se reunió con su líder promoscovita, Eduard Kokoity, informaron las agencias de noticias de Rusia.
El intento de Georgia de retomar Osetia del Sur de fuerzas separatistas rusas fue repelido cuando tropas rusas invadieron la región y sostuvieron combates.
Rusia respaldó la subsiguiente declaración de independencia de Osetia del Sur, junto con Abjasia, otra provincia rebelde de Georgia.
Georgia considera a Osetia del Sur y Abjazia territorios ocupados y calificó la visita de Medvedev como un acto de provocación.
“Si Medvedev no tiene adónde ir, excepto Tsinkhvali, no se puede hacer nada. Sabemos que habrá provocaciones del Kremlin”, destacó Temuri Yakobashvili, ministro de reintegración de Georgia.
Rusia firmó acuerdos de patrulla fronteriza con las regiones, permitiendo que miles de soldados rusos patrullen la frontera con la misma Georgia.
“Es necesario desarrollar una cooperación de defensa y tratados afines”, destacó Medvedev, informó la agencia ITAR-Tass.
Medvedev, que poco después visitó una base militar rusa en Tsinkhvali, destacó que había “una serie de proyectos para el restablecimiento económico y social de la república”. “Queda mucho trabajo por hacer”.

