La dirigente opositora alemana Ángela Merkel, que encabeza las encuestas de cara a las elecciones del 18 de septiembre, pidió ayer, viernes, a los dirigentes conservadores de Europa que adopten su posición de ofrecerle a Turquía una "asociación privilegiada" con la Unión Europea, pero no el ingreso.
CARTA
En carta a 11 dirigentes políticos del continente, Merkel sostuvo que "la aceptación de Turquía sería una carga política, económica y social excesiva para la UE y pondría en peligro el proceso de integración europea".
Citó "La negativa de Turquía a reconocer la República de Chipre, un estado miembro, bajo el derecho internacional" como un obstáculo al ingreso turco, así como los "problemas aún significativos en materia de defender e imponer los derechos humanos".
CONTRARIA
La posición de Merkel es contraria a la tendencia actual de la UE y también la de Washington, que apoya el ingreso de Turquía.
Ankara espera iniciar negociaciones de ingreso a la UE el próximo 3 de octubre.
"Les pedimos que aclaren que el marco de las negociaciones incluye la perspectiva de una sociedad privilegiada con Turquía", dijo Merkel en su carta a los líderes conservadores, que fue firmada también por Edmund Stoiber, dirigente de su partido hermano en Baviera.
Merkel no ha definido cómo funcionaría esa sociedad.
En la carta, dijo que permitiría a los países europeos "dar el mayor apoyo que podamos al desarrollo democrático, constitucional y económico de Turquía".
SCHROEDER ES PARTIDARIO
El canciller Gerhard Schroeder es partidario firme del ingreso de Turquía y sostiene que la incorporación del país de abrumadora mayoría musulmana reforzaría la seguridad del Viejo Continente.
Con todo, muchos europeos son renuentes a incorporar un país relativamente pobre como Turquía, que fue uno de los factores a que se atribuyó el rechazo del proyecto de constitución europea por los votantes franceses y holandeses.
MENSAJE DIRECTO
Merkel dirigió su carta a los jefes de gobierno de Francia, Grecia, Italia, Letonia, Luxemburgo, Malta, Holanda, Austria, Eslovaquia, Eslovenia y la República Checa. Envió copias al primer ministro británico Tony Blair, cuyo país ejerce la presidencia rotativa de la UE, al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso y a Javier Solana, alto representante de la UE.
