El Gobierno mexicano presentó ayer las cifras preliminares del primer censo a maestros, escuelas y alumnos dentro de la polémica reforma educativa impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto, a la que se opone frontalmente una corriente radical del sindicato de profesores.
Pese a la negativa de algunas escuelas de los estados de Oaxaca, Chiapas y Michoacán, donde la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación es más fuerte, se contabilizó en todo el país un total de 2 millones 144 mil 991 maestros repartidos en 261 mil 654 escuelas con 25 millones 686 mil 129 alumnos, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Con este censo, el Gobierno pretende conocer de forma detallada cifras hasta ahora desconocidas que ayuden a esclarecer en qué se gasta el 6.2% del producto interno bruto (PIB) destinado a la educación.
El censo es uno de los puntos neurálgicos de la reforma educativa, aprobada en diciembre de 2012 por consenso de los principales partidos para mejorar la calidad de la enseñanza mexicana, y cuyo aspecto más polémico es la implementación de un sistema de evaluación a profesores, para que sean contratados y ascendidos por sus cualidades profesionales y no por designación del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, uno de los mayores de América Latina.
Con fuertes protestas desde hace un año por todo el país, la coordinadora se opone a esa ley, porque cree que abre la puerta a despidos y privatiza la educación pública.

