El Gobierno chino mostró su rechazo al encuentro del lunes de una delegación estadounidense formada por asistentes del presidente de EU, Barack Obama, con el Dalai Lama en Dharamsala (India).
Según explicó ayer en rueda de prensa la portavoz de turno del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Jiang Yu, “la posición de China es muy clara y nos oponemos firmemente a que cargos de países extranjeros se reúnan con el Dalai Lama”. El líder espiritual tibetano recibió en la ciudad norteña india de Dharamsala a la asesora de la Casa Blanca Valerie Jarrett y a la encargada para Asuntos Globales del Departamento de Estado, María Otero, según un comunicado difundido por la oficina del líder budista.
Beijing acusa al Dalai de promover actividades separatistas y de instigar las revueltas del año pasado en Lhasa, capital del Tíbet, que causaron al menos 19 muertos, según datos oficiales chinos. El Ejército chino ocupó militarmente el Tíbet en 1950, nueve años después el Dalai Lama buscó refugió en la India tras la represión de una revuelta tibetana en la que miles de personas perdieron la vida y decenas de miles escaparon al exilio.
La reunión en el exilio indio coincide además con las primeras tensiones entre Beijing y la nueva administración estadounidense, a raíz del gravamen fiscal anunciado por Washington para la importación de neumáticos chinos.
EU anunció que Obama visitará Asia en noviembre de este año.