Miles de peregrinos y turistas acudieron al norte de Italia el fin de semana por una rara oportunidad de ver el Sudario de Turín, el misterioso lino amarillento que algunos cristianos creen que fue la ropa del sepulcro de Cristo.
El lienzo, que porta la inexplicable imagen —revertida como un negativo fotográfico— de un hombre crucificado está en exhibición desde el sábado por la noche por primera vez en 10 años.
Con 4.4 meetros por 1.2 metros, muestra la espalda y frente de un hombre con barba y cabello largo, sus brazos cruzados sobre su pecho, mientras la sábana entera está marcada por lo que parecen ser restos de sangre de heridas en las muñecas, pies y costado. “Al ver el sudario uno piensa que este hombre en la cruz realmente vivió”, dijo el peregrino Paolo Moroni, quien hizo el viaje desde el sur de Italia para ver el lienzo.
Escépticos sostienen que el sudario es una patraña medieval, posiblemente para atraer el rentable negocio del peregrinaje.
Pruebas de fechas de carbono de laboratorios de Oxford, Zurich y Tucson, Arizona, en 1988 causaron sensación al datarlo entre 1260 y 1390, lo que significaba que era un fraude y no podía ser la sábana del sepulcro de Cristo. Sin embargo, los científicos no han logrado explicar cómo fue plasmada la imagen en el lienzo.
La mayoría está de acuerdo en que no podría haber sido pintada o impresa y algunos han dicho que las pruebas de 1988 pueden haber sido defectuosas y los resultados alterados por bacterias incrustadas en el transcurso de los siglos.
La decisión de poner el sudario en muestra se produce en un momento en que la Iglesia católica está inmersa en escándalos por abuso sexual que han provocado pedidos por el fin de celibato sacerdotal, una limpieza de la jerarquía de la Iglesia y la renuncia del papa Benedicto XVI.

