Una comisión de la ONU comenzó ayer miércoles una investigación pública de tres días en Tokio sobre el secuestro de ciudadanos japoneses por parte de las autoridades de Corea del Norte durante la décadas de 1970 y 1980.
Los tres miembros de la comisión de investigación, establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el pasado marzo, fueron recibidos por el ministro de Exteriores japonés, Fumio Kishida, quien les informó sobre los esfuerzos de Japón para resolver los casos de los 17 ciudadanos considerados oficialmente secuestrados.
Tras las reuniones de ayer con otros representantes del Gobierno y parlamentarios, los miembros de la comisión encabezada por el juez australiano ya retirado Michael Kirby escucharán hoy y mañana en sesiones públicas a familiares de los japoneses secuestrados.
Los secuestros de ciudadanos japoneses sigue siendo el principal motivo de bloqueo de las relaciones diplomáticas entre Tokio y Pyongyang.
Japón sostiene que, durante dos décadas al menos 17 nipones fueron secuestrados por Corea del Norte para que dieran lecciones de cultura e idioma en sus programas de adiestramiento de espías.
Corea del Norte lo considera un caso cerrado, mientras Japón pide que se investigue el paradero de los secuestrados.