El Consejo de Seguridad levantó ayer la prohibición mundial de comerciar con diamantes procedentes de Liberia, un embargo que había sido establecido en 2003 para asegurarse de que no fueran contrabandeados a los países vecinos "diamantes de sangre" para financiar conflictos armados.
El Gobierno liberiano debe unirse ahora al sistema conocido como proceso Kimberley que establece el origen de los diamantes brutos y los certifica. En la resolución, aprobada de forma unánime, se pide a la comisión responsable del proceso Kimberley informar en el lapso de 90 días sobre la cooperación de Liberia.
En el sistema se encuentran representados 71 países, así como todos los centros importantes para la extracción, procesamiento y comercio de diamantes.
El proceso Kimberley fue creado bajo la tutela de Naciones Unidas en la ciudad sudafricana de Kimberley. El ex presidente liberiano Charles Taylor financió con "diamantes de sangre" liberianos guerras civiles en la vecina Sierra Leona, a causa de las cuales murieron en los años de 1990 unas 50 mil personas. Taylor renunció como Presidente tras una masiva presión internacional en agosto de 2003.
