Cinco tribus indígenas que viven en aislamiento voluntario en las selvas de Brasil, Paraguay y Perú corren riesgo de ser diezmadas por la tala ilegal, la ganadería y las operaciones de empresas petroleras en sus territorios, dijo el viernes un grupo de derechos humanos de los indígenas.
“Numerosos gobiernos siguen negándose a dar el sencillo paso que lograría asegurar realmente la supervivencia de estos pueblos: proteger sus territorios de forma adecuada”, dijo Stephen Corry, director de la ONG Survival International.
Los indígenas en aislamiento carecen de inmunidad contra enfermedades occidentales y son vulnerables al contacto con personas ajenas a su hábitat.
Su existencia ha sido cuestionada por altas autoridades del Gobierno de Perú, incluso el presidente Alan García, quien sugirió en un artículo publicado en el diario El Comercio, en 2007, que debían ser solo una invención de aquellos que se oponen a la exploración petrolera.
Perú es blanco de las críticas de los grupos ecologistas por haber puesto a disposición de la exploración petrolífera más de 75% de su selva amazónica.
El Gobierno tiene derechos sobre los recursos del subsuelo, y los lotes petroleros se superponen a territorios que pertenecen a las comunidades nativas y a las reservas para indígenas que rechazan la civilización.
Entre los grupos amenazados se encuentran los Huaorani, los Pananujuri y los Aushiri asentados en las inmediaciones de los ríos Napo y Tigre en la remota selva norte de Perú, según Survival y la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana AIDESEP.
La anglo-francesa Perenco planea invertir mil millones de dólares en los próximos tres años para extraer petróleo en la región.
Las tribus no contactadas también están huyendo de Perú hacia Brasil debido a la tala ilegal en la provincia central de Ucayali, dijo José Carlos Meirelles, quien coordina los esfuerzos para proteger cuatro tribus “no contactadas” por parte del Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno brasileño .

