Los tres periodistas rumanos secuestrados en Irak el 28 de marzo llegaron ayer, lunes, al aeropuerto militar de Otopeni, en Bucarest, un día después de su puesta en libertad en Bagdad.
Tras un breve encuentro con sus familiares, las autoridades rumanas aislaron a los tres informadores que, por el momento, se encuentran en "cuarentena", según medios locales.
"Rumania no ha negociado ni su actual política exterior ni la futura, ni tampoco ha pagado un rescate por los periodistas", dijo el presidente rumano, Traian Basescu, tras conocerse la puesta en libertad de la reportera de televisión Marie-Jeanne Ion, de la cadena privada Prima TV, su cámara Sorin Miscoci y el periodista del diario rumano Romania liberea Ovidiu Ohanesian.
Las circunstancias del secuestro fueron "muy complicadas", agregó el mandatario, quien prometió revelar información sobre el caso en dos semanas como máximo.
Mohammed Munaf, el empresario iraquí-estadounidense que fue secuestrado junto a los periodistas, para los que había ejercido también de traductor, continúa mientras tanto bajo custodia de las fuerzas norteamericanas en Bagdad. La embajada estadounidense en Bucarest dijo que Munaf tenía información sobre amenazas inminentes contra las fuerzas de ocupación en Irak. Se cree que los tres periodistas fueron secuestrados por el grupo extremista islámico Ansar al Sunna.

