La Federación Internacional de Periodistas (FIP) condenó ayer, sábado, las amenazas de muerte de las FARC contra el periodista Herbin Hoyos y por las cuales el comunicador abandonó el país y se radicó en España.
Esta es la sexta vez que Hoyos abandona el país ante las amenazas de muerte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pese a lo cual sigue dirigiendo el programa radial Las Voces del Secuestro, transmitido por Caracol Radio. El secretario general adjunto de la FIP, Paco Audije, condenó “rotundamente” en un comunicado de la entidad “las amenazas contra la vida de Herbin Hoyos, tanto si provienen de las FARC, como parece, como si tienen otro origen”.
“El exilio de este significado colega de Colombia nos marca a todos, porque nos recuerda el precio que pagan muchos colegas de aquel país, y de otros lugares de América Latina, para defender una información sin censura de ningún tipo”, agregó el documento.
El boletín recordó que Hoyos sufrió en carne propia los rigores del secuestro, puesto que estuvo en manos de las FARC durante 17 días en marzo de 2003.
Antes de su salida a España, el comunicador de 39 años, indicó que emitiría desde Madrid el programa Las Voces del Secuestro y que planea recorrer parte de Europa al frente de una caravana de motocicletas para llamar la atención sobre los secuestrados.
El jueves pasado, La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) deploró que Hoyos tuviera que abandonar el país por las amenazas de muerte recibidas y por un plan de las FARC para atentar contra su vida. Según Hoyos, el Ejército colombiano le informó que el líder de las FARC Fabián Ramírez había ordenado atentar contra su vida.
Por otra parte, las autoridades colombianas detuvieron ayer a dos presuntos guerrilleros de las FARC acusados de estar detrás de un atentado, en 2006, contra el entonces senador y actual aspirante presidencial Germán Vargas Lleras, al igual que otras acciones con explosivos en Bogotá.
La Agencia Nacional de Noticias del Ejército de Colombia informó que Liliana Gutiérrez Silva, alias Juana Camila, y Luis Eduardo Sarmiento Chávez, alias Pacho, fueron detenidos en Tunja, capital del departamento de Boyacá (centro). Los rebeldes son sospechosos de pertenecer a las milicias urbanas del frente Antonio Nariño de las FARC y están solicitados por la Fiscalía colombiana por rebelión, terrorismo y extorsión. La vinculación de los arrestados con la guerrilla está sustentada en información de un computador incautado a Bernardo Mosquera, alias El Negro Antonio.

