El Plan Patriota, columna vertebral de la Política de Defensa y Seguridad Democrática del presidente Álvaro Uribe, se enfrenta a las miradas críticas en distintos espacios y en medio de la discreción de los responsables, bajo el argumento de no afectar los buenos resultados y crear falsas expectativas.
Mientras las Fuerzas Militares y la guerrilla se disputan las victorias parciales, adversarios y editorialistas toman impulso para irse lanza en ristre en contra del Plan. Y en otra esquina, el Gobierno capotea a quienes lo señalan de comulgar con el avance paramilitar a lo largo y ancho del país.
"Cuando se crea un ambiente de hostilidad entre el Gobierno y los grupos armados irregulares, el único recurso que queda es la guerra, bastante ineficaz y costosa, en dinero y en vidas. Tarde o temprano habrá que apelar a una solución política y posiblemente eso se dé cuando haya corrido demasiada sangre", manifestó con mucha preocupación Carlos Gaviria Díaz, senador de la República.
Según los analistas, la mayor parte de operaciones militares adelantadas se concentran en el sur del país, en los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare. Cerca de 18 mil hombres componen la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, entre Ejército, Armada y Fuerza Aérea, al mando del general Reinaldo Castellanos, comandante de la unidad. "Más de la tercera parte de las tropas profesionales están concentradas en esa ofensiva", advierte un reciente estudio de la Fundación Seguridad & Democracia.
Distintos matices
Para Gustavo Petro, senador de la República, el Plan Patriota es el último discurso del Plan Colombia que ha ido transformando sus contenidos en el tiempo y según los momentos del país. "Nació durante el gobierno de Andrés Pastrana bajo el calificativo de Plan de Inversiones para la Paz, en una mezcla de recursos nacionales e internacionales, calculada entre tres y cuatro mil millones de dólares".
Entre ese momento y el presente ha dado muchos giros. "Cuando entró en crisis el proceso con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se convirtió en un plan eminentemente antinarcóticos, pero no a través de la sustitución de cultivos y las obras sociales en las zonas productoras de hoja de coca, sino a partir de una fumigación intensiva y la construcción de brigadas militares muy bien apertrechadas y dirigidas en forma muy directa por Estados Unidos", agregó el entrevistado Petro, después de enfatizar en el fracaso, en la medida en que la extensión de cultivos de hoja de coca no ha disminuido.
En diciembre de 2003, el Plan Patriota se hizo público, hecho que sorprendió a los militares en su hermetismo sobre el tema. Los contradictores coinciden en que si no hubieran ocurrido los ataques a las torres gemelas el 11 de septiembre, otra sería la posición del gobierno de George W. Bush frente al Plan Patriota.
"Cuando llega Álvaro Uribe a la Presidencia se presenta el nuevo discurso. La prioridad cambia. De inmediato, él se une al concepto de Bush sobre terrorismo, niega la existencia del conflicto armado y transforma el discurso del Plan Colombia en un plan contrainsurgente o Plan Patriota", manifestó Petro.
De diciembre a abril
El pasado 26 de abril, los altos mandos del Ejército Colombiano, encabezados por el ministro de Defensa, Jorge Alberto Uribe, presentaron un balance de las operaciones adelantadas durante los últimos cinco meses. "La tendencia cambió, es positiva. Las fuerzas del orden están recuperando el territorio nacional y tarde que temprano tendremos la victoria sobre esos grupos narcoterroristas", sostuvo el ministro.
El general Carlos Alberto Ospina, comandante de las Fuerzas Militares, se refirió a la primera etapa del Plan Patriota relacionada con la recuperación del territorio y el aumento de los índices de seguridad en todas las regiones del país.
Por su parte, el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, general Reinaldo Castellanos, presentó su informe. "En total han quedado fuera de combate 328 terroristas de las FARC, de los cuales 167 fueron abatidos en combate y capturados 123. Igualmente, fueron destruidas 220 áreas que comprenden alojamientos, talleres y depósitos", entre los logros anunciados por el general al mando de la operación.
No obstante, circulan resultados diferentes. "Las FARC reportan más de mil 500 bajas del Ejército y muy pocas de sus hombres, durante el tiempo real de lo que se denomina Plan Patriota. Aunque las cifras oficiales son bien distintas, tampoco son muy optimistas. Las acciones relacionadas con altos mandos de las FARC han sucedido por fuera del país", advirtió el Senador del Polo Democrático.
Realidad inocultable
Para cualquier desprevenido observador el conflicto armado en Colombia es una cruda realidad. Basta que vea la televisión, oiga la radio y lea la prensa. En torno a un ambiente de tensión, los debates se agitan desde aristas opuestas. Los que ven una salida política para restablecer la paz en el país y quienes solo le apuestan a la guerra.
En medio de esas aguas turbulentas, las FARC con su Plan de Resistencia dan por fracasado el Plan Patriota, de cara a otras miradas muy críticas. "Ninguna de las versiones que ha adoptado se ha hecho sentir en Córdoba, Sucre, el sur de Bolívar, Norte de Santander, reconocidas zonas paramilitares del país", reclaman airados los opositores.





