El presidente de Madagascar, Marc Ravalomanana, hizo ayer viernes un desesperado llamado de auxilio a sus seguidores, pidiéndoles que se dirijan al palacio presidencial para protegerlo después de que aparecieran carros blindados en la capital de la isla, al parecer trasladados allí por soldados amotinados.
Según versiones no confirmadas de los medios, la Guardia Presidencial está abandonando sus puestos.
El embajador de EU en Antananarivo, Niels Marquardt, había advertido la noche del jueves en la televisión nacional que Madagascar se encuentra al borde de una guerra civil, por lo que llamó a todos los ciudadanos estadounidenses cuya presencia en el país no sea absolutamente necesaria a abandonar la isla.
Madagascar es desde enero pasado escenario de una enconada lucha por el poder entre el presidente Ravalomanana y la oposición, liderada por el ex alcalde de la capital Andry Rajoelina, quien se ha autoproclamado presidente de un gobierno de transición.
La oposición acusa a Ravalomanana, que viene gobernando Madagascar desde hace siete años, de autoritarismo y mala gestión económica. El presidente reconoció esta semana por primera vez haber cometido errores, pero al mismo tiempo dejó claro que se niega a dimitir.

