ISLAMABAD/DUSHANBE/TEHERAN/GINEBRA (DPA). Decenas de miles de personas habrían abandonado la ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán, por temor a un posible ataque por parte de Estados Unidos, dijo una funcionaria de las Naciones Unidas, según informes difundidos ayer en Islamabad.
En tanto, el Alto Comisionado de las Naciones Unidos para los Refugiados (ACNUR) se prepara para la llegada de hasta 100 mil refugiados afganos a Paquistán.
Más del 65% de la población de Jalalabad abandonó la ciudad, precisó Stephanie Bunker, funcionaria de la oficina del Coordinador de la ONU para Afganistán, a periodistas.
"Las personas que viven en Jalalabad se están sintiendo desmoralizadas y se están desplazando a pueblos remotos por seguridad", dijo.
Algunos se dirigen a Paquistán, país que cerró sus fronteras a un nuevo ingreso de refugiados afganos, al igual que Tayikistán, el norteño vecino de Agfanistán, Irán y Uzbekistán.
Según declaró en el punto fronterizo de Pjandsh el jefe de Estado tayiko, Emomali Rajmonov, "ni un solo refugiado (afgano) podrá cruzar la frontera".
En la zona fronteriza están agolpados desde hace varios días cerca de 10 mil refugiados, del lado de Afganistán.
Tayikistán, debido a una persistente sequía, tiene actualmente muy pocos alimentos, dijo Rajmonov. Además, las autoridades temen el ingreso de "organizaciones extremistas", agregó.
Por su parte, Irán reforzó ayer sus medidas de seguridad en la frontera con Afganistán, tras el llamamiento de los sabios islámicos afganos a Osama bin Laden para que abandone voluntariamente el país. Los controles en la frontera de 900 kilómetros de largo se ampliaron y se envió más personal a la zona, informó la agencia de noticias iraní IRNA.
Irán, que ya aceptó a más de dos millones de afganos, que huyeron de su país natal por miedo al régimen talibán, no dejará pasar a nadie de Afganistán hacia territorio iraní, dijo el gobernador de la provincia de Sistan-Balujistan, en el sudeste del país, Mahmud Husseini.
Debido a la esperada oleada de refugiados procedentes de Afganistán, el gobernador pidió a las organizaciones internacionales que atiendan a las personas que quedan atrapadas en esta zona fronteriza.
En tanto, desde Ginebra, el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Ruud Lubbers, instó ayer a los seis países limítrofes con Afganistán a no cerrar sus fronteras a la ola de refugiados.
En compensación, Lubbers ofreció a estos países la ayuda de su organización y compartir los costos económicos.