Funcionarios iraníes y rusos están realizando pruebas con la primera planta nuclear de Irán, anunciaron las autoridades ayer miércoles, en un paso importante hacia el inicio de operaciones plenas en la instalación, que desde hace tiempo preocupa a Estados Unidos y sus aliados debido a las ambiciones atómicas iraníes.
Al mismo tiempo, Irán se atribuyó otro avance en su programa nuclear: el número de centrífugas que realizan enriquecimiento de uranio ha aumentado de 5 mil en noviembre a 6 mil en la actualidad, dijo el jefe de la agencia nuclear del país.
Su anuncio fue el desafío más reciente a las demandas de la ONU de que Irán suspenda su enriquecimiento de uranio, porque teme que pueda llevar a la producción de armas atómicas. Irán niega que está buscando construir una bomba nuclear, y dice que su programa solamente busca la generación de electricidad.
La planta en la sureña ciudad portuaria de Busher, construida con ayuda rusa, es la primera en una serie de reactores del programa. Pero la inauguración del reactor de mil megavatios de agua ligera ha sido demorada desde hace tiempo por problemas de construcción y suministros. Estados Unidos durante un tiempo trató de disuadir a Rusia de participar en el proyecto.
No estaba claro cuándo el reactor será encendido.
Las pruebas, que comenzaron hace 10 días, “pudieran tomar entre cuatro y siete meses”, dijo el vicepresidente Gholam Reza Aghazadeh, jefe de la agencia atómica de Irán, a reporteros en Bushehr. No estaba claro cuánto tiempo después de las pruebas comenzarán las operaciones, La planta, que funcionará con uranio enriquecido importado de Rusia, ha preocupado a Occidente porque podría representar una amenaza.

