Ante las protestas de Washington, con cierto tono irónico y ante las constantes preguntas de los periodistas, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, agradeció que "el Gobierno estadounidense finalmente reconozca el valor y la importancia de esta cumbre".
Agregó el jefe del Ejecutivo que el uso por primera vez en una declaración iberoamericana del término "bloqueo", en lugar de embargo, no es más que una polémica "semántica" ya que el texto de Salamanca reproduce la terminología que desde 1992 utiliza Naciones Unidas en sus resoluciones sobre Cuba.
SOBRE TERRORISMO Y FÚTBOL
Otro asunto de amplias deliberaciones fue el relativo a la condena a "todas las formas" de terrorismo, un asunto sobre el cual el presidente chileno, Ricardo Lagos, manifestó que "es igual de reprochable el acto terrorista contra Nueva York, el que sufrió Madrid el 11 de marzo de 2004, y el intento de explotar un avión con pasajeros", en alusión al cubano Luis Posada Carriles.
Pero si de "resultados concretos" se trata, lo más importante fue la puesta en marcha de la Secretaría General Iberoamericana, a cargo de Enrique Iglesias, quien tiene sobre sus hombros la tarea de dar seguimiento a los acuerdos de Salamanca.
Tanto Iglesias como Zapatero coincidieron en que la Cumbre "fue todo un éxito" y estuvo "repleta de contenido", pero mientras se daba la conferencia de prensa de clausura, buena parte de los presidentes despedía la cumbre con "espíritu deportivo".
Una vez culminados los actos de clausura, muchos presidentes se trasladaron al estadio madrileño Vicente Calderón para disfrutar, en palco preferencial, del partido entre el Real Madrid y el Atlético Madrid, lo que hizo recordar la célebre frase de Álvaro Uribe sobre "el turismo presidencial" en estos eventos diplomáticos.