El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo en una entrevista publicada ayer domingo que el pedido británico de extradición del ex agente Andrei Lugovoy fue motivado políticamente y que no fue respaldado con la evidencia suficiente.
Fiscales británicos han dicho que quieren llevar a Lugovoy ante un tribunal británico para acusarlo por el asesinato –en noviembre pasado– de Alexander Litvinenko, también un ex espía ruso, en Londres.
Putin dijo que el pedido de extradición de Lugovoy fue motivado políticamente. Además, recordó que Gran Bretaña concedió asilo al líder rebelde checheno Akhmed Zakayev y al magnate Boris Berezovsky, ambos buscados por Rusia.
"La sospecha es que esta es una movida política de aquellas personas que esconden terroristas y ladrones en su propio territorio", dijo Putin al diario italiano Corriere della Sera.
La extradición de ciudadanos rusos está prohibida por la Constitución.
Pero aunque ese no fuese el caso, la evidencia presentada por las autoridades británicas fue demasiado débil, dijo Putin.
"El fiscal general me dijo que no fueron presentadas las bases suficientes", dijo el Presidente ruso según fue citado por el diario.
También confirmó que las autoridades rusas investigan el asesinato de Litvinenko.
"En Rusia también se está investigando a Lugovoy y tomaremos acciones legales si encontramos la evidencia", dijo Putin, quien deberá reunirse con el primer ministro británico, Tony Blair, durante la cumbre del Grupo de los Ocho (G8) que será celebrada esta semana en Alemania.
Litvinenko, un ex agente de la KGB que se había convertido en un feroz crítico del Kremlin y mudado a Gran Bretaña, se reunió con Lugovoy y el empresario ruso Dmitry Kovtun en el Millennium Hotel de Londres el 1 de noviembre del año pasado.
A las pocas horas del encuentro cayó enfermo, y sufrió una muerte agonizante en el hospital tres semanas después.
Los médicos diagnosticaron que fue envenenado con polonio.
En una carta que, según sus amigos, dictó en su lecho de muerte, Litvinenko acusó a Putin por su asesinato.
El Kremlin rechazó sus expresiones y las catalogó de ridículas.
Gran Bretaña rechazó el viernes las acusaciones de Rusia acerca de que está politizando el caso del ex agente Alexander Litvinenko, quien murió envenenado el año pasado.
