La organización fundamentalista islámica Al Qaeda, que significa "La Base" en árabe, fue fundada por Osama bin Laden en Afganistán en 1989.
Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington se convirtió en el principal objetivo de la lucha contra el terrorismo encabezada por Estados Unidos.
Los expertos responsabilizan a esta organización de más de 10 atentados, que dejaron unos 4 mil muertos.
Al Qaeda se atribuyó los atentados con bombas contra cuatro trenes de cercanías el 11 de marzo de 2004 en Madrid, en los que murieron 191 personas. Esta organización es considerada una especie de red, a la que pertenecen grupos terroristas de numerosos países islámicos, así como las denominadas "células dormidas" en naciones occidentales. Es una especie de central de mando, coordinación y financiamiento de otras partes de la red mundial de militantes leales a bin Laden. Según estimaciones anteriores, Al Qaeda y sus organizaciones "hermanas" contarían con unos 5 mil miembros en más de 60 países. Hasta la caída del régimen talibán en Afganistán, este grupo tenía campamentos de entrenamiento en ese país y otras naciones islámicas.
Expertos árabes en terrorismo sostienen que las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán y la invasión a Irak contribuyeron a aumentar el número de seguidores y miembros de la red terrorista.
Los miembros fundadores de Al Qaeda fueron ante todo "árabes afganos", como se designa a los combatientes musulmanes provenientes del Medio Oriente, que en la década del ochenta, en Afganistán, ayudaron a los muyahidines ("guerreros de Dios"), a luchar contra las fuerzas de ocupación de la entonces Unión Soviética.
Bin Laden habría formado a estos "árabes afganos" en sus propios campos de entrenamiento. En esa época se originó la estrecha relación entre bin Laden y los radicales islámicos talibán. Según los servicios secretos de EU, Al Qaeda se dedica a actividades terroristas desde 1992.

