Ataques de insurgentes y una bomba colocada al costado de un camino mataron a 10 miembros de las fuerzas de seguridad en por lo menos cuatro incidentes a través de Afganistán en las últimas horas, dijeron el domingo las autoridades.
El sábado, una bomba colocada al costado de un camino mató a tres soldados afganos que patrullaban el distrito de Gardez de la provincia oriental de Paktia, dijo el ejército de Estados Unidos en un comunicado. Otros cuatro soldados resultaron heridos.
En el oeste del país, milicianos atacaron una caravana policial que viajaba el domingo entre las provincias de Badghis y de Farah. En el ataque murieron cuatro policías y quedó herido el principal funcionario del Gobierno en el distrito Qadis de Badghis, dijo Rauf Ahmadi, un vocero policial del oeste de Afganistán.
En un enfrentamiento entre policías y milicianos el sábado por la noche en Farah murieron tres talibanes y un agente de policía, informó Ahmadi.
También el sábado, en un combate entre milicianos e insurgentes en la provincia occidental de Herat, murieron tres milicianos y un policía, dijo el general Ismatullah Alizai, en tanto una bomba colocada al costado de un camino mató a un policía en la provincia oriental de Kunar. Centenares de policías afganos han muerto en ataques en los dos últimos años. Por otra parte, Afganistán y Pakistán elogiaron la nueva estrategia estadounidense para lidiar con la creciente violencia.

