Al menos 13 personas murieron por la violencia en Irak, entre ellos cuatro niños, dos mujeres y siete soldados estadounidenses, informaron este martes fuentes militares y medios locales, en tanto que se recrudecieron los enfrentamientos en el barrio chií bagdadí de Ciudad Sader.
Cuatro niños y dos mujeres murieron ayer después de que un grupo de terroristas hiciera explotar una bomba junto a un minibús en la provincia iraquí de Diyala, al norte de Bagdad, informó la agencia de noticias Aswat al Irak.
Otros cuatro niños y una mujer resultaron heridos en el atentado, perpetrado en un poblado próximo a la ciudad de Balad Rus.
Entre tanto, el mando militar norteamericano en Bagdad informó ayer que siete de sus soldados fueron abatidos por insurgentes en los últimos días.
Cinco soldados murieron en ataques lanzados por la insurgencia en Bagdad el domingo y lunes pasados. Otros dos soldados estadounidenses perdieron la vida en un atentado con explosivos en la ciudad de Balad, norte de Bagdad.
En un barrio chií en el este de Bagdad se desataron ayer intensos enfrentamientos ente milicianos del Ejército del Mahdi y tropas iraquíes y estadounidenses, según testigos.
En Ciudad Sader, un populoso suburbio chií al noreste de Bagdad y feudo del Ejército del Mahdi, se oyeron fuertes explosiones, mientras que helicópteros estadounidenses efectuaron disparos contra la zona, que lleva casi dos semanas cercada por tropas iraquíes y estadounidenses, dijeron los testigos a DPA.
Los testigos hablaron de varias víctimas civiles. Numerosos diputados, por su parte, reclamaron que se dé por finalizado el bloqueo del barrio para permitir el acceso de servicios sanitarios.
El ministro del Interior, Yawad al Bolani, reveló en una entrevista publicada ayer por el diario progubernamental Al Sabah que al comenzar la ofensiva de las fuerzas de seguridad contra los milicianos chiitas en Basora, el 25 de marzo, 10% de los policías de esta ciudad se negó a cumplir las órdenes, por lo que serán juzgados en tribunales militares.

