La identidad de "garganta profunda" ya no es el secreto mejor guardado de la prensa, según la revista Vanity Fair, que asegura que la histórica fuente anónima que destapó el escándalo Watergate es el ex número dos del FBI, Mark Felt.
Más de 30 años después estallar el escándalo que reveló una gran red de espionaje y provocó la caída del entonces presidente de EU, Richard Nixon, en julio de 1974, Felt decidió sincerarse en declaraciones a la revista.
"Soy aquel al que llamaban garganta profunda", dijo Felt al autor del artículo de Vanity Fair, el abogado John OConnor, y que la revista adelanta en un comunicado antes de que la publicación llegue a los quioscos el próximo 14 de junio.
Con 91 años, jubilado y residente en Santa Rosa (California) junto a su hija Joan, el ex número dos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) reclama la autoría de las polémicas filtraciones y afirma que guardó el secreto hasta 2002.
Ese año se lo contó a su hijo Mark, le pidió que no se lo dijese a nadie y le explicó que el hecho de ser "garganta profunda" no era algo de lo que podía estar orgulloso.
Felt admitió haber provisto a dos periodistas del Washington Post, Carl Bernstein y Bob Woodward, los datos vitales para revelar el papel jugado por el presidente Nixon en el caso de espionaje partidario y, sobre todo, los intentos de la Casa Blanca para mantener esa participación en secreto.
Al comentar la revelación de Vanity Fair, Bernstein desistió de confirmar o desmentir la noticia. "Siempre dije que daríamos a conocer su identidad, con abundancia de detalles, sólo después de su muerte", señaló. Sin embargo, The Washington Post, confirmó ayer –en su edicicón en Internet– que Mark Felt fue quien reveló a sus redactores el escándalo.
El nombre de Felt está incluido en la lista de más de 20 sospechosos de haber filtrado detalles confidenciales del espionaje telefónico que los republicanos hicieron de los demócratas.
En la lista negra figuraban también el ayudante del Fiscal General, Henry Peterson; el viceconsejero de la Casa Blanca, Fred Fielding; y la periodista de ABC, Diane Sawyer, quien entonces trabajaba en la oficina de prensa de la Casa Blanca.
