La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, duda que la muerte del fiscal que la acusaba de encubrir a los autores del atentado contra la mutual judía AMIA sea un suicidio, y que el fiscal habría sido usado para golpear al gobierno. La mandataria dijo que [Alberto] Nisman “no lo sabía y probablemente no lo supo nunca”, que su acusación no solo se derrumbaba, “sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico. Y ahí está una de las claves. El fiscal Nisman no sabía que los agentes de inteligencia que él denunciaba como tales, no lo eran”, remarcó en su nota.
La presidenta Cristina Fernández sorprendió ayer al asegurar que el fiscal Alberto Nisman, que la había acusado de encubrir a los sospechosos de un atentado en 1994, “no se suicidó”, tal como dio a entender en un mensaje anterior.
En una primera misiva enviada el 19 de enero, tras conocerse la muerte de Nisman, las palabras de Fernández se prestaron a confusión porque en el primer párrafo se adhirió a la teoría del suicidio al decir: “¿Qué fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?". A renglón seguido, Fernández se preguntaba si era un “¿suicidio?” en un misterio en el que “no sólo hay estupor e interrogantes”.
Dos días después las dudas de la mandataria habían desaparecido para dar paso a una certeza: “Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio”, aseveró en una carta publicada en redes sociales.
La presidenta no ha aparecido en público para hablar sobre el deceso del fiscal y sólo se ha referido al tema a través de cartas publicadas en las redes sociales.
La muerte se produjo días después de que Nisman presentó ante un juez un informe de 289 páginas en el que acusaba a Fernández de promover un acuerdo secreto con Irán para evitar el enjuiciamiento de un grupo de exfuncionarios iraníes acusados de participar en un atentado que mató a 85 personas y dejó a más de un centenar heridas.
Consultada sobre lo dicho por la mandataria, la fiscal a cargo del caso, Viviana Fein, señaló que la investigación que adelanta está catalogada como una “muerte dudosa”.
Se investiga si Nisman fue asesinado, cometió un suicidio voluntario o fue víctima de un suicidio inducido. “No es una causa más. Es una causa de gravedad institucional que todos quieren saber que ha ocurrido y yo también”, sostuvo Fein.
“La presidenta tiene todavía en sus manos un servicio de inteligencia, si tiene información tiene que ponerla a disposición de la justicia”, dijo a radio La Once Diez el senador Ernesto Sanz.
La difusión de las imágenes de la llegada al aeropuerto de Buenos Aires del fiscal Alberto Nisman, quien interrumpió sus vacaciones por motivos desconocidos apenas dos días antes de poner su denuncia contra Cristina Fernández, aumentaron ayer la polémica en torno a su extraña muerte.
Nisman pasaba vacaciones en Europa junto a su hija de 12 años, quien se quedó sola en el aeropuerto madrileño de Barajas durante tres horas a la espera de ser recogida por su madre.
En el video, procedente de las cámaras de seguridad del aeropuerto y difundido por el canal C5N, se ve a Nisman muy apresurado atravesando el control migratorio el pasado día 12. A continuación, se le ve en la zona de las cintas transportadoras y mientras espera su equipaje mira de un lado a otro, revisa varias veces su celular y hace llamadas. Minutos después, un individuo no identificado y cuyo rostro aparece difuminado en las imágenes se encuentra con él y se saludan.
Las cámaras los registran charlando mientras sale el resto del equipaje del fiscal.
Medios locales apuntan a la posibilidad de que la persona que recogió a Nisman sea un agente de los Servicios de Inteligencia argentinos.
