El rey Gyanendra de Nepal aseguró ayer en su mensaje de Año Nuevo que "aprecia" el proceso de paz en marcha en el país y "reza" porque tenga éxito, aunque podría suponer la conversión del país en una República.
En un breve mensaje emitido por su Palacio, el monarca expresó su deseo de que se establezca una "paz duradera" en el país y confió en que el nuevo año "acelere el entusiasmo del pueblo de Nepal" para lograr la armonía y la unidad y fortalecer "el desarrollo institucional de la democracia".
Era tradicional que el rey diera un discurso con ocasión del Año Nuevo en Nepal, que hoy celebra la llegada de 2064 según un calendario implantado por el emperador indio Vikramaditya.
Se temía que Gyanendra aprovechara la ocasión para interferir en el proceso de paz, como hizo con un sorpresivo mensaje en el Día de la Democracia, hace dos meses, cuando instó a instaurar órganos "representativos" y "electos".
En esta ocasión, el monarca ha optado por un mensaje más prudente, cuando los líderes políticos aún discuten sobre la petición de la Comisión Electoral de posponer las elecciones previstas para el 20 de junio.