México detuvo al hermano de uno de los principales capos de la droga del país, acusado de traficar toneladas de cocaína por el aeropuerto de la capital y sospechoso del asesinato de funcionarios aduanales y policías, dijeron el miércoles autoridades.
Jesús Reynaldo El Rey Zambada fue detenido el lunes al norte de la capital después de una persecución y un fuego cruzado con la policía, en un operativo que terminó con un total de 16 apresados, entre ellos uno de sus hijos.
El Rey Zambada es hermano de Ismael El Mayo Zambada, aliado del jefe del poderoso cartel de Sinaloa Joaquín El Chapo Guzmán, el hombre más buscado de México después de haberse fugado en 2001 de un penal de alta seguridad. “Es uno de los introductores más importantes de cocaína y metanfetaminas en el país provenientes de Sudamérica”, dijo la Subprocuradora de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, Marisela Morales, al leer un comunicado en referencia a El Rey Zambada.
Las autoridades acusan a El Rey Zambada de introducir toneladas de cocaína por el aeropuerto el año pasado, una tonelada dentro de 25 maletas en febrero y media tonelada dentro de cajas en diciembre. Después de esta última incautación, aparecieron varias personas decapitadas cerca de la terminal aérea, entre ellas algunos agentes aduaneros, y las autoridades sospechan que el detenido Zambada estuvo detrás de ello, dijo a Reuters una fuente de la fiscalía. Además, sospechan que participó en el asesinato en mayo de uno de los altos mandos de la Policía Federal, dijo el procurador (fiscal) general, Eduardo Medina Mora.
El funcionario lo desvinculó de un fallido atentado con un artefacto explosivo contra un jefe de la policía capitalina ocurrido en febrero de este año, algo que habían señalado medios de prensa y la fuente de la fiscalía.
El Rey Zambada “es quien controlaba muy buena parte de los cargamentos que entraban a nuestro país por la vía aérea (...) también tenía control de muchas operaciones de esta naturaleza en la costa del Pacífico”, dijo Medina Mora a Radio Fórmula.
Los 16 detenidos, entre los que había tres policías y dos ex policías, fueron presentados a los medios de comunicación junto con las ostentosas armas que les fueron incautadas, algunas con incrustaciones de oro y marfil.

