En junio de 1991, Boris Yeltsin se convirtió en el primer jefe de Estado de la Rusia post soviética, hasta fines de 1999.
Yeltsin, quien falleció el pasado 23 de abril, inauguró un sistema democrático y de libertades y abrió el país a una feroz economía de mercado. Durante su mandato ocurrieron las dos guerras de Chechenia, en 1995 y en 1999, y la gran crisis económica de 1998. Ese año, Yeltsin nombró como su mano derecha a un oscuro ex agente de la KGB llamado Vladimir Putin, quien tuvo un papel destacado en la crisis chechena.
El 31 de diciembre de 1999, agobiado por la crisis económica y problemas de salud, Yeltsin renunció y delegó su poder en Putin, quien un año más tarde confirmó su cargo en elecciones generales.

