Tras la asunción del nuevo presidente de EU, Barack Obama, Rusia no estacionará por ahora misiles en Kaliningrado, anunció este miércoles un portavoz del Estado Mayor.
Los preparativos para instalar los misiles de corto alcance Iskander fueron suspendidos porque el nuevo gobierno en Washington parece tomar distancia de los planes para el controvertido sistema de defensa antimisiles de EU en el centro de Europa.
El jefe del Kremlin, Dmitri Medvedev, había anunciado el estacionamiento de misiles de corto alcance en la zona en torno a Kaliningrado en noviembre como reacción a los planes estadounidenses. El lunes habló por primera vez por teléfono con Obama.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) saludó la decisión. “Si se renuncia a ello, sería un buen paso”, dijo la portavoz de la alianza, Carmen Romero, en Bruselas.
El lunes los embajadores de los 26 países de la OTAN se habían reunido con el representante ruso, Dmitri Rogosin, por primera vez desde septiembre. Por la guerra de Rusia en Georgia en agosto la alianza había suspendido sus contactos de alto rango con Moscú, pero ahora ha comenzado a normalizar las relaciones.
También República Checa, actual presidenta de la Unión Europea y sede de parte del sistema antimisiles de EU, saludó la decisión rusa. “Espero que Moscú se haya dado cuenta de que se dañaba a sí mismo”, dijo el ministro del Exterior, Karel Schwarzenberg.
Los misiles rusos (SS-26 en el código de la OTAN) pueden ser disparados desde camiones, llevar cabezas nucleares y alcanzan una distancia de 400 km., es decir hasta Alemania.
Sin embargo, al parecer en la cúpula militar rusa existen problemas de coordinación en torno al misil. Un militar en el Ministerio de Defensa dijo a la agencia Itar-Tass que no hubo hasta el momento ningún tipo de preparativos para el estacionamiento de los misiles.
Los expertos dudan además de la maduración técnica de los Iskander, de los cuales hasta ahora sólo existe un prototipo.

