El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) prometió ayer a sus adversarios políticos que trabajará en el parlamento nacional en base a la aprobación de leyes por consenso, pese a que controlará unos 60 de los 92 escaños de la Asamblea Nacional de Nicaragua.
El actual presidente del unicameral congreso nacional, René Núñez, señaló en declaraciones que publicó ayer el portal El 19 Digital haber ofrecido a sus adversarios de las bancadas opositoras, 28 en total, que continuará trabajando por consenso “tal y como lo he hecho a lo largo de estos últimos años”.
Núñez, virtual presidente del parlamento que asumirá funciones a partir del próximo 10 de enero, aseguró que independientemente de que su partido cuente con una mayoría parlamentaria absoluta, todo lo actuado se realizará en el marco del “diálogo con las demás fuerzas políticas”.
Dirigentes opositores han expresado preocupación por el hecho de que el Frente Sandinista, que en las elecciones del pasado seis de noviembre obtuvo más del 62% de votos contra un poco más del 30% de su adversario del segundo lugar, aplique una política del tipo “aplanadora” para imponer sus designios en el hemiciclo legislativo.
El diputado electo Eduardo Montealegre, de la Alianza PLI-UNE, que se ubicó en el segundo lugar en los cuestionados comicios pasados, aseguró recientemente que exigirán lo que corresponde a una coalición, que es la verdadera primera fuerza política del país.